Encontramos la tipología de documentos, donde existen diversas maneras en las que se presentan los documentos, los cuáles, no tienen nada que ver con el contenido de este, pudiéndose agrupar en distintos grupos tales como: textuales: en papel; audiovisuales: pelíclas, vídeos o incluso electrónicos: bases de datos on-line entre otros.
Para ello, hay unos parámetros que ayudan a la elección de este soporte, como puede ser el volumen a ocupar de estos, periodo de validez, las veces que se llega a consultar, tipo de acceso y el tipo de documento (una fotografía...).
Por todo esto, existe la llamada cadena documenta, la cual se encarga de que la documentación siga unas funciones, siguiendo su esquema, para cumplir con un objetivo:
Selección: Donde se archivan los documentos para ser transmitidos al usuario, ya sean bases internas (revistas, periódicos...) o bases externas (centros de referencia, bases de datos...)
Análisis: A través de operaciones, se muestra el formato distinto al original para poder presentar el contenido frente al usuario, dando así como resultado referencias bibliográficas
Búsqueda: Pasos para obtener la información requerida del fondo bibliográfico de manera manual y concreta.
Difusión: Conseguida gracias a los distintos servicios creados para llegar al usuario, entre los cuales, el servicio de difusión selectiva de la información (DSI), servicio de publicaciones periódicas, servicio de consulta, servicio de búsquedas documentales...
A lo que, en conjunto, resulta en fuentes de información , en las que encontraremos dos tipos:
Literatura gris: Publicaciones las cuales no se distribuyen por los ámbitos comunes como librerías, siendo estas tesis, documentos políticos o de trabajo...
Bibliotecas depositarias: Su objetivo es archivar documentos para su difusión anivel nacional o internacional, como Bristish Library Document Supply Centre.
Álvaro Serrano Íñigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario